El gobierno federal inició la quema sistemática de más de 50 millones de llantas en hornos cementeros de la frontera norte para deshacerse de estos neumáticos; pero grupos ambientalistas advierten que la decisión impacta la salud de la población que respira compuestos cancerígenos, mutagénicos y tóxicos liberados por los neumáticos al ser incinerados.
Toxinas, furanos y metales pesados son los compuestos generados durante la quema de llantas que, al ser inhalados, afectan el sistema inmunológico, reproductivo, neurológico y respiratorio; además de dañar “extremadamente el medio ambiente".
Dependiendo de las cantidades de tóxicos que se liberan durante la incineración, la gente que vive en las inmediaciones de las cementeras de la frontera norte, puede sufrir desde dolores de cabeza, deficiencia en el aprendizaje y hasta cáncer mamario, señaló la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes Orgánicos Persistentes a Crónica. Se ha asegurado que no serán más de 50 millones de llantas las que incineren, sino 10 millones de neumáticos.
Toxinas, furanos y metales pesados son los compuestos generados durante la quema de llantas que, al ser inhalados, afectan el sistema inmunológico, reproductivo, neurológico y respiratorio; además de dañar “extremadamente el medio ambiente".
Dependiendo de las cantidades de tóxicos que se liberan durante la incineración, la gente que vive en las inmediaciones de las cementeras de la frontera norte, puede sufrir desde dolores de cabeza, deficiencia en el aprendizaje y hasta cáncer mamario, señaló la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes Orgánicos Persistentes a Crónica. Se ha asegurado que no serán más de 50 millones de llantas las que incineren, sino 10 millones de neumáticos.
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